Hierbas, especias y condimentos de buena calidad
En la elaboración de conservas se deben utilizar especias, hierbas molidas o secas y condimentos de muy buena calidad que
hayan sido sometidos a un proceso de irradiación ionizante para destruir los microorganismos peligrosos.
A la hora de comprar, verifique este dato en las etiquetas.
La mayoría de las conservas caseras llevan hierbas frescas; en estos casos no debe preocuparse por los microorganismos
peligrosos, pues se destruyen con el proceso de cocción.
Si utiliza hierbas para decorar que no serán sometidas a cocción, recuerde que deberá marinarlas en vinagre durante 10
minutos.
Cómo elegir los envases
Existen frascos de diversos tipos, materiales, tamaños y formas; lo ideal es seleccionarlos en función de la conserva que
se va a realizar.
Le sugerimos que elija envases de bocas grandes para facilitar su limpieza y llenado.
Además, aconsejamos que distribuya un mismo producto en varios frascos pequeños (en lugar de uno grande) para que pueda
ser consumido gradualmente.
Esta medida preserva el buen estado de nuestras conservas caseras.
La importancia de las tapas
Las tapas de las conservas protegen los alimentos de los efectos nocivos del medio ambiente.
Por lo tanto, no subestime su función.
Hay dos variedades de tapas:
1 Tapas de metal a rosca: no pueden ser reutilizadas, ya que sus películas plásticas que hacen de sello se dañan con el
calor.
2 Tapas a presión con aros de goma: se cierran con presillas metálicas. Los frascos que poseen este tipo de tapas son
reutilizables, siempre y cuando los aros de goma estén en perfecto estado. Recuerde que las tapas a presión
deben higienizarse con agua hirviendo antes de ser reutilizadas.
Una vez abierto un frasco, la durabilidad depende del tipo de conserva; por esta razón, es conveniente el uso de varios
recipientes como comentamos anteriormente.
Limpieza del lugar de trabajo
Mantenga la higiene de mesas, mesadas, paredes, azulejos y pisos, antes, durante y después de todo el proceso de elaboración
de conservas.
Para evitar la contaminación de los alimentos, lave la mesada todos los días con detergente y lavandina diluida.
Todo el equipo de cocina (cubiertos, ollas, platos y otros utensilios) debe mantenerse limpio.
Desinfecte la cocina (higiene de la suciedad invisible) periódicamente para controlar la aparición de insectos y plagas.
Le recomendamos que utilice una solución de agua y lavandina (el 10% del volumen total).
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