ESTACIONAMIENTO: 15 días.
INGREDIENTES
6 berenjenas blancas
Sal gruesa: cantidad necesaria
1 cabeza de ajo
Ramita de romero para decorar: cantidad necesaria
Aceite de oliva para cubrir: cantidad necesaria
Vinagre de manzana para marinar: cantidad necesaria
PASOS PREVIOS
Lavar las berenjenas y el ajo. Secarlos con papel de cocina.
Lavar las ramitas de romero y dejarlas marinar en el vinagre
durante 10 minutos. Retirarlas del remojo y secarlas con papel de cocina.
Retirar los troncos y las bases de las berenjenas; pelarlas y cortarlas a lo largo en láminas de 0,5 cm de espesor y luego
en bastones de aproximadamente 5 cm de largo.
Buscar un cajón pequeño cuya base tenga 1 ranuras, para que drene el líquido de las berenjenas; forrarlo con papel
de cocina absorbente y formar una capa gruesa de sal.
Acomodar varios bastones de berenjenas formando un zócalo y cubrirlas con sal. Continuar intercalando capas de sal y berenjenas
(terminando con una capa de sal) hasta finalizar los ingredientes.
Cubrir la preparación con papel absorbente y, luego, superponer un elemento pesado. Ubicar el cajón sobre una rejilla
con un recipiente debajo y dejar estacionar durante 30 días en lugar fresco.
Pasado el tiempo de reposo, sacar los bastones de berenjena del cajón y retirarles la sal con un lienzo limpio o con papel
de cocina.
Envasarlos en frascos de 1/2 kg, previamente esterilizados, alternándolos con los dientes de ajos (enteros y aplastados) y
las ramitas de romero. Tapar y reservar.
Calentar el aceite hasta que esté a 90°. Retirarlo del fuego y distribuirlo (aún caliente) dentro de los frascos cubriendo
los bastones de berenjenas. Tapar los envases y guardarlos en la heladera.
Para que se concentre el sabor de la conserva, es imprescindible dejarla estacionar durante 15 días antes de consumirla.
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